lunes, 5 de marzo de 2012

La fiesta del cinco de marzo

Celebramos el 5 de marzo con una gran fiesta cívica en el Parque de Oriente.  Este  acontecimiento se basa en un hecho histórico  que a menudo pasa desapercibido. Nos vamos a 1838 en que Zaragoza constituía una magnífica posición estratégica, fuertemente protegida por una importante guarnición de tropas fieles a la entonces reina Isabel II (hija de Fernando VII).  

Por otra parte, los seguidores del pretendiente al trono, Carlos Mª Isidro de Borbón (hermano de Fernando VII y que no reconocían a Isabel como reina),  y que desde Navarra querían asolar tierras isabelinas. Ante la supuesta lejanía de las tropas carlistas, gran parte de la guarnición de Zaragoza fue empleada para reforzar en el mes de febrero   un ejército que había de cerrar el paso hacia el Maestrazgo.

 La noticia de la prácticamente nula guarnición que restaba en Zaragoza llegó al General Cabrera, que envió a Juan Cabañero y Esponera a asaltar la ciudad con dos mil ochocientos infantes y trescientos hombres de caballería, no con el ánimo de ocuparla, ya que estas tropas eran insuficientes para defenderla posteriormente, sino únicamente para saquearla. La noche del 5 de marzo de 1838 las tropas de Juan Cabañero consiguieron a duras penas ocupar parte de la ciudad ante la fiera resistencia de sus habitantes, que respondieron al ataque armados con cuchillos, utensilios de cocina y agricultura, armas de caza y aceite y agua hirviendo. Ante la noticia de que se acercaba volviendo a sus cuarteles la tropa isabelina y dado que no conseguían tomar la ciudad en su totalidad, los carlistas abandonaron inmediatamente la ciudad. 

Tras el fracaso carlista, se añadió al escudo de la ciudad la titulación de "Siempre Heroica" y se le dio el nombre de "Cinco de Marzo" a una calle.


Archivo:Primera Guerra Carlista.jpg 

Se cuenta que Cabañero, nada más ocupar la ciudad, entró en una chocolatería y pidió un tazón de chocolate caliente pero tuvo que huir sin haberlo probado. En 1840, unido tras el Convenio de Oñate a Espartero, entró en Zaragoza formando parte de las tropas isabelinas que habían de combatir a Cabrera. Los zaragozanos, al verlo desfilar por sus calles, le gritaban: «¡Cabañero, que se te ha enfriado el chocolate!». Durante la dictadura de Francisco Franco, la calle "Cinco de marzo" fue cambiada de nombre y pasó a llamarse "Requeté Aragonés" ("requeté" es el nombre de los soldados carlistas fieles a Franco). En 1975 se recuperó la denominación original





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