Si quieres ver con más detalle, o imprimir alguna de las fotos, sólo tienes que pinchar en las fotos y accederás al álbum. Igualmente José Catón nos narra los acontecimientos más reseñables de este viaje, en el artículo que tenemos a continuación del carrusel de fotografías.
La nostalgia me invade y la memoria me hace recordar. Entre el 11 y el 15 de este mes se organizó en el colegio un viaje en la que parte de él se realizó por tierras lusitanas.
Comenzamos al alba del día 11. Particularmente para mí empezaba el viaje a las cuatro y media de la madrugada en el taxi que me llevaba al punto de reunión de donde a las cinco partíamos en principio a tierras extremeñas comenzando así esta aventura hispano-portuguesa que ha durado 4 días. Caras conocidas y llenas de sueño me esperaban ya cuando llegué. Carlos, Lucía, Maria Jesús…Un montón.
Llegamos a ser un número de 43, miento 44 pues el chófer fue un pasajero más, los que nos embarcamos en esta nueva propuesta del colegio. (pincha en más información para leer el resto del artículo)
Puntualmente metimos las maletas en el malecón del autobús y arrancábamos muertos de sueño pero felices y contentos.
Sobre las siete y media hacíamos repostaje en un área de servicio tomando café y haciendo uso, nunca mejor dicho de los servicios (después de tanto tiempo sentado se necesitan evacuar las vejigas).
Por fin tras unas paradas en otras áreas de servicio llegamos a Coria. Visitamos dicha localidad comimos y por la tarde tras ver un impresionante puente Romano con una mas impresionante central eléctrica, llegamos a Valencia de Alcántara donde tras visitar esta localidad bajo la tutela de un grupo voluntarios jubilados nos instalamos en el hotel y cenamos haciendo noche para al día siguiente emprender rumbo a tierras portuguesas.
Seguimos el camino recorriendo y visitando, el 2º día de nuestra ruta, Marvao, donde comimos. Por la tarde tocaba la ciudad de Coimbra. Y así fue. Visitamos esa encantadora ciudad con sus puentes su empedrado particular (aquí tiene una disposición un poco novedosa con respecto al reconocido empedrado y adoquinado de las calles de Portugal) y… su famosa universidad.
A continuación visitamos el monasterio de Batalla (lo escribo en castellano, desconozco el idioma portugués).
Y ya por fin nos instalamos en Lisboa.
Nuestro tercer día consistió en ver por la mañana Lisboa con su puente magnífico y espectacular (puente 25 de abril), el monasterio de los Jerónimos, Belem y su magnifica torre… y tras comer visitamos Óbidos. Lugar singular y turístico con sus calles empinadas y estrechas y surtidas de comercios, sus paseos en calesas tiradas por caballos…
Antes de cenar tuvimos tiempo libre que algunos aprovechamos el hotel para el descanso.
Tras la cena algunos hicimos una incursión en la vida nocturna de Lisboa desplazándonos hasta una discoteca hasta la madrugada.
Ya en el día 3º hicimos una panorámica con el autobús recorriendo lo que faltaba de Lisboa y partimos para Sintra. Otro lugar muy singular y turístico donde sus comercios esperan ansiosos la visita de turistas.
Tras una suculenta comida y sin perder tiempo el autobús nos traslado a Évora…Y ya nuestro recorrido nos devolvió otra vez a España. A Badajoz. Era el principio del fin del viaje.
Solo faltaba la visita a la ciudad y emprenderíamos camino de vuelta a casa. Y así fue.
El 4º día consistió en recorrer Badajoz con la tutela de una guía que nos enseño la catedral, la plaza de los colores…Y por la tarde tras una comida en un parador de carretera llegaba el regreso. No sin antes, en una parada, visitar sin apenas tiempo con la ayuda de una guía, la catedral, un puente y los esplendidos jardines, de Talavera de la Reina.
Nuestra aventura terminaba a las doce de la noche en el punto de partida, en Zaragoza, con el cansancio y la ilusión de haber visitado Portugal y con las ganas para un próximo viaje.
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