A finales de octubre de
2015 un informe científico ha tenido una gran repercusión y ha sido titular de
portadas de prensa en España. Utilizando diferentes textos periodísticos
publicados sobre el tema, vamos a ver si logramos aclarar un poco nuestras
ideas.
Un panel de 22 científicos de 10 países de la Agencia Internacional
para la Investigación
del Cáncer (IARC, en inglés), parte de la agencia sanitaria de Naciones Unidas,
ha emitido, a finales de 2015, un dictamen en el que se considera que comer
carne procesada como salchichas, hamburguesas o embutidos aumenta el riesgo de
sufrir cáncer, e incluye este tipo de alimentos en el grupo de sustancias más
peligrosas para la salud junto con el humo del tabaco, el alcohol, el plutonio
o el aire contaminado. El organismo también considera que la carne roja
(vacuno, cerdo, caballo, cordero, cabra…) es “probablemente carcinogénica.
La decisión de la
IARC ha ocasionado un fuerte rechazo por parte de la
industria. El Instituto Norteamericano de la Carne , una gran patronal cárnica en EE UU, dijo
el viernes que el estudio “atenta contra el sentido común” y va en contra de
“docenas de estudios en los que no se ha encontrado correlación entre la carne
y el cáncer”.
Pero el estudio de la
ONU es concluyente y encuentra suficientes evidencias
científicas para considerar las hamburguesas y el resto de las carnes
procesadas como un producto que genera cáncer. La mayor parte de las evidencias
que citan en el sumario de sus conclusiones se basan en estudios
epidemiológicos realizados en varios países europeos y otras partes del mundo.
Esos trabajos, dicen, muestran que este tipo de carnes se asocian con una mayor
incidencia del cáncer colorrectal. El estudio encuentra una asociación directa
entre estos alimentos y el “cáncer colorrectal en 12 de los 18 estudios de
cohorte [estudios epidemiológicos con población general] hechos en Europa,
Japón y EE UU”, resalta el estudio. Además, señala, "hay una asociación
positiva" entre el consumo de estos alimentos y el cáncer de estómago.